Perro Amigos

AUTOR
Pablo Enrique Medina Sanginés.



DEDICATORIA
Con el profundo dolor que se siente ante la muerte de un ser querido, dedico este trabajo a mis amigos “Gokú” y “Káiser”, a quienes la insensibilidad de algunos hombres los mató el 31 de julio y ?9 de agosto del 2005, respectivamente, cuando estaba finalizando esta pequeña obra.
Pablo Enrique Medina Sanginés.
A lo largo de mi vida
(sesenta años bien vividos)
mil amigos he tenido
y aunque nunca me han hablado
siento que me han entregado
su amor en cada ladrido.
Cholos, zambos y lanudos;
finos, chuscos y calatos;
mochos trompudos y ñatos;
todos me han dado cariño
desde cuando yo era un niño
hasta estos momentos gratos.
También he tenido amigos
mordelones y gruñones;
lambidos y juguetones
que a mi vida la han llenado
(por lo tanto que me han dado)
de muy grandes emociones.

***

Tengo grabado en mi mente
el nombre de un gran amigo
que siempre estuvo conmigo
cuando estudiaba primaria,
pues él, de manera diaria,
de mis juegos fue testigo.

“MY LORD” tenía por nombre
este fiel compañerito
al que en un día maldito
un Celador lo envenenó
y con ello me condenó
a sentirme muy solito.

Pero yo no me conformé
por tal maldad cometida
y mi alma muy resentida
por la venganza clamaba
y mi corazón lloraba
por esa triste partida.

Con ese mal pensamiento
de vengar a mi mascota
me transforme en una escolta
del Celador perricida
y de manera escondida
le seguí sus movimientos.

Y yo quería ser grande
para darle de trompadas
y a punta de mil patadas
hacerle pagar su falta
de aquella acción nada santa,
criminal y despiadada.

Así, un día al Celador vi
que por costumbre tenía
entrar por la portería
del fundo “La Polvareda”
y tomar por la vereda
rumbo a la chamicería .

Y vi que en la portería,
en un sauce que ahí estaba,
un negro panal colgaba
entre el tronco y el follaje,
lo que era como un mensaje
a la ocasión que buscaba.

Al otro día lo esperé
escondido tras un chope
y mientras él, al galope,
a la puerta se acercaba
yo al avispero toreaba
con mi honda y golpe a golpe.

Las avispas muy furiosas
del borrico lo tumbaron
y en el yucún revolcaron
a don “Calato” , el Celador
dejándolo con mucho ardor
de tanto que lo picaron

Sé que la venganza es mala,
pero con aquello que hice,
honrar a “My Lord” yo quise
lo mismo que darle a mi alma
un poco de paz y calma,
pues mi razón eso dice.

***

Después de “My Lord” fue “YONY”,
perrito lagartijero
que tan igual al primero
me ofreció su compañía,
y yo mucho lo quería
por ser mi amigo sincero.

Era un bailarín peludo,
como la nieve, blanquito,
comilón y pequeñito,
temeroso de los cohetes
y todos los ruidos fuertes
lo ponían muy loquito.

Al tronar las camaretas
él salía despedido,
parecía perseguido
por Satán y su cuadrilla,
dejando atrás a la villa,
quedando yo compungido.

Mi misión era buscarlo
por las dunas y en el cerro
para brindarle a mi perro
un poco de agua y comida
porque era causa perdida
el tratar de regresarlo.


Cuando todo terminaba:
la víspera, las retretas,
procesiones, camaretas,
yo a mi perro regresaba
y con emoción le daba
mi alma de amor repleta.

Llenaría muchos folios
escribiendo las historias
que yo guardo en mi memoria
de los perros que he tenido,
a quienes tanto he querido
y que hoy están en la gloria.

***

Recuerdo a mi fiel “OTELO”,
a “CAPULLO” y a “SALCHICHA”
que me dieron mucha dicha
con su bonita presencia
aunque después con su ausencia
me llenaron de desdicha.

También recibí el cariño
de “SULTÁN” , el silencioso,
comilón y muy ocioso.
De “GANDHI” , de igual manera,
aquel can que se perdiera,
robado por ser buen mozo.

Luego como una maldición,
todo perro que criaba
poco tiempo me duraba,
enseguida se moría
con feroz disentería,
gimiendo y echando baba.

Yo desde aquella época
no crío a ningún perrito
pero acercarme no evito
a estos nobles animales
porque me dan a raudales
el amor que necesito.

Por eso busqué amigarme
con sabuesos de otras casas
sin preferencia de raza
pues para mí son iguales
de gratos y de leales,
virtudes hoy muy escasas.

De los tantos que conocí
está “TARZÁN” , el gigante,
de vocación atacante.
Siempre estaba encadenado,
a las chacras condenado,
sirviendo de vigilante.

Con ayuda de su dueña
muy amigos nos hicimos,
tanto, tanto nos quisimos
que a veces lo liberaba
y él muy alegre saltaba
entre ladridos y mimos.

En mis recuerdos incluyo
a “NIXON” , otro grandazo,
peludo, negro, amigazo,
gran perseguidor de gatos,
que eran para él no gratos,
víctimas de su rechazo.



Otro amiguito fue “YOGUI”
al que desde jovencito
un ser “humano” maldito,
de una certera pedrada,
sin que el can le hiciera nada,
al pobre dejó cieguito.

“OSO” , “BOBY” , “PERLA” , “LASSIE” ,
mucha alegría me dieron,
con su amistad convirtieron
mi nostalgia en alegría
por eso es que cada día
pienso que nunca murieron.

***

“OTELO”

Cuando viví por Talara
yo quise un perrito tener
como esos que llegué a ver
en el “Circo Mexicano”,
ejemplares muy lozanos,
muy difíciles de obtener.

Blancos con manchitas negras,
altos y muy elegantes,
sus colores en contraste,
los dálmatas me gustaron
y en mi corazón sembraron
un sentimiento excitante.

Una noche me di cuenta
de una dálmata preñada
y otra noche la vi echada
rodeada de sus perritos
todos, todos, manchaditos
como toda la manada.

Sabedor de mis anhelos,
Pedro , mi primo querido,
me dijo haber concebido
un plan para apoderarnos
de uno de aquellos caninos
aunque era algo prohibido.

Cuando se inició la función,
mientras los perros actuaban,
mi primo en forma furtiva
se metió bajo los toldos
llegando hasta los rescoldos
donde los perros lloraban.

Guiándose por el llanto
de los débiles perritos
mi primo muy despacito
de un cachorrito se apropió
y en la oscuridad se escapó
con su robo en un saquito.

Con la talega en la mano
como unos locos corrimos
y sólo nos detuvimos
donde la luz era escasa,
muy cerca de nuestra casa,
y en ella nos escurrimos.

Muy ansiosos en la casa
abrimos el taleguito
para sacar al perrito
dálmata que deseaba,
pero el can que ahí estaba
no era un cachorro bonito.

Era la cría de un Bóxer,
perrito ñato y sin cola
cuya raza se enarbola
como raza de guardianes
azote de los rufianes
que a la sociedad asolan.



Mi primo había tomado
con premura y con presteza
la cría de otra sabuesa
que había también parido
y sin haberlo querido
nos dimos con la sorpresa.

Mi primo se quedó con él,
“CIRCO” le puso por nombre
y cuando éste se hizo un hombre
se convirtió en un perrazo
que no cupo en el regazo
por su tamaño de asombre.

***

“CUAL” se le puso por nombre
y ese nombre sí embromaba
porque si se preguntaba:
¿Cómo se llama tu perro?
la dueña, sin ningún yerro,
”Cual”, presta le contestaba.

El curioso repetía
la pregunta al poco rato
contestando el mismo dato
la dueña de la perrita
que acusada de sordita
la dejaban de inmediato.

***

Debo también de recordar
a “LAIKA” y a “BAQUEDANO” ,
a “CHIHUAHUA” , tan enano,
tan furioso y tan chiquito
pero bastante bonito
este perro mexicano.

Todos los que he mencionado
hace rato han fallecido
y el último que se ha ido
fue “MORRIS” , el peleonero,
macho, bravo y pendenciero,
el que jamás fue vencido.

Una vez lo vi pelearse
con siete perros a la vez
y después de tumbar a tres
el resto en forma sensata,
con el rabo entre las patas,
corrieron a refugiarse.

***

Ahora los que siguen son
los que sin ser yo su dueño
ponen su total empeño
para darme una sonrisa,
y entregarme la precisa
sensación de un lindo sueño.

“GOKÚ” es uno de aquellos:
apegado, cariñoso,
muy cobarde y despacioso
a pesar de su tamaño,
pues a nadie le hace daño,
mas bien es muy bondadoso.

Camina dando saltitos,
es invitado infaltable
?como vecino notable-
a desfiles, a comparsas,
a velorios y a mil danzas
donde el huesito es estable.

Apurado por el hambre
tuvo la gran ocurrencia
de visitar a Fidencia,
tía noble y generosa,
quien en forma bondadosa
le brindó una menudencia.

Y muy frecuentes se hicieron
sus visitas a mi casa;
ahora un día no pasa
sin comerse un bocadito
de arroz o de pescadito
que con amor se le alcanza.

“Gokú” me da mucha pena
porque peleando es muy malo,
sacando siempre el regalo
de estar cojo y mal herido,
con el hocico partido,
deseando poder curarlo.


***

De un boxeador tiene el nombre
y ese nombre bien le cae
porque andando por la calle
nadie le falta el respeto,
aceptando cualquier reto
que con él alguien ensaye.

Ahora aquí lo presento:
“FIRPO” fue un perro agredido,
maltratado, muy sufrido,
temeroso del humano
que a veces se muestra insano,
desalmado y engreído.

Una noche en la plazuela,
cuando quise ser su amigo,
hosco se portó conmigo
y con miedo iba tomando
el pan que le iba arrojando
creyéndome un enemigo.

Pero después de algún tiempo
las barreras se rompieron,
las dudas se convirtieron
en una mutua confianza
que fue casi como alianza
de dos que se comprendieron.

“Firpo” ahora es muy sociable,
ya se acerca a mis amigos,
de su cambio soy testigo;
se acuesta a mis pies sin miedo,
mi cariño yo le cedo
porque camina conmigo.



“FIRPO”


“RINO”


A“RINO” lo vi nacer
con sus ojos cerraditos,
luego lo vi dando gritos
detrás de su madre “Perla”
con el afán de cogerla
por su lácteo manjarcito.

Hoy es todo un jovencito
que con su alma enamorada
se pierde en la madrugada
en busca de una pareja
y que con su ausencia deja
a su dueña preocupada.

Él es el que más me quiere,
así lo tengo entendido,
y él también se ha merecido
mi gratitud y mi afecto
y con paciencia le acepto
lo que tiene de lambido.

Vigilando su vivienda
este perro es muy valiente
pero se asusta si siente
el tronar de camaretas,
de tambores, de trompetas,
de bombos y clarinetes.

***



El que adorna la portada
de esto que estás tú leyendo
es un ejemplar tremendo,
calculador, muy sereno,
conocedor del terreno
del lar donde está viviendo.

Entre “su casa” y la “mía”
se pasa su alegre vida,
de su ración no se olvida
y en silencio la reclama
con su mirada que clama
por un poco de comida.

El pan no lo come solo;
con mantequilla lo quiere,
por los huesitos se muere,
entre aquellos, los de pollo,
que son delicioso bollo
que su estómago prefiere.

Se acuesta como sapito
y es una esperanza muerta
retirarlo de una puerta
donde repose tranquilo
y hay que levantarle en vilo
para dejar vía abierta.

“KÁISER” se llama “el fulano”
a quien estoy describiendo
y en él estoy descubriendo
su majestad y elegancia
que lo llenan de arrogancia
la que siempre está luciendo.


“KÁISER”
“MUCHACHO” , “SULKI” , “PAYASO”
son mis flamantes amigos
y también anda conmigo
“RUSO” un canino pequeño.
Yo no sé si tiene dueño
o talvez sea un mendigo.


“SULKI”



“MUCHACHO” “RUSO”


A “Payaso” me le corro
por mordelón y cargoso,
seguro porque está mozo
se porta de esa manera;
y si yo su dueño fuera
le diera menos retozo.


“PAYASO” “GOLFI”
Al contrario de “Payaso”, “GOLFI”
es el más tranquilito
porque él es un mayorcito,
con reuma y sin dentadura,
para él esta vida es dura
como es en todo ancianito.


La “ÑATA” es una extranjera,
de Paita Tito la trajo
escondida, por lo bajo
porque ella no fue comprada,
tampoco fue regalada
...(¡mejor la corto de un tajo!)


“ÑATA”

“DENKI” es parte de una historia
de cariño y de decepción
y si les pido comprensión
es por hablar poco de ella
pues un recuerdo hace mella
al fondo de mi corazón.


“DENKI”


Tengo un amigo elegante,
engreído y bien cuidado
pero siempre está encerrado
lo que me da mucha pena
porque así se le condena
a no andar emparejado.

Su nombre viene del quechua
porque ALKO éste se llama
y su casta le reclama
ser mundano, callejero,
pues por ser un caballero
debe tener una dama


“ALKO”

También hay perros sin nombre
y a ellos no les importa,
mi memoria a dos reporta:
uno muerto y otro vivo;
el muerto fue muy activo
y tuvo una vida corta.

Su dueño fue Federico
que mucho aprecio le tuvo
y con su amistad obtuvo
un momento de relajo
después de tanto trabajo
que en la vida el “Chino” tuvo.

El vivo es discriminado
por su color y su raza,
él nunca duerme en su casa
haga calor o haga frío,
su vida es un desafío,
y su suerte es muy escasa.

Él es un viringo sexy
raza nuestra, bien peruana,
su conducta es muy mundana
y aunque es un can despreciado
siempre vive enamorado
y en vagar nadie lo gana.
“VIRINGO”

____

Yo a una frase me aferro
porque es voz de la experiencia
y también es mi vivencia
que ojalá a nadie asombre:
“Cuanto más trato a los hombres
más idolatro a mi perro.”

Esta frase sí que encierra
una gran filosofía
que a la razón desafía,
juzgando de forma ruda,
poniendo en completa duda,
del hombre su real valía.

De la maldad de los hombres
yo sí que conozco mucho,
pues en forma diaria escucho
de muchas iniquidades
y he visto tantas crueldades
que por olvidarlas lucho.

A mí me contaron una
de un albañil conocido
que fungiendo de sabido,
sin pesarle la conciencia,
eliminó sin clemencia
a un pobre perro perdido.

Dicho perro merodeaba
en busca de algún bocado,
y de pronto fue arrojado
a una zanja muy profunda
y con una saña inmunda
allí el cemento fue echado.

Y así quedó sepultado
aquel pobre animalito
sin que ningún ser maldito
que en esa mañana estaban,
que de peones trabajaban,
rescatara aquel perrito.

Yo me siento muy molesto
que al hombre ruin, depravado,
infiel, corrupto y malvado,
se le diga que es un perro,
pues tal sentencia es un yerro
que disgusto me ha causado.



Protesto por compararse
a estos lindos animales,
tan nobles y tan leales,
con corruptos funcionarios
que le roban al erario
causándole grandes males.

Mi alma entera sufre daño
cuando escucho aquel insulto
que le lanza el hombre inculto
cuando tan mal lo compara
con aquel que se descara
en las coimas y en el hurto.

Por favor no lo compare
si usted respeta a su perro
puesto que siempre me aterro
escuchar que a regidores
sin honor y sin valores
se les diga perra o perro.

También al mal policía,
a los jueces deshonestos,
a alcaldes incorrectos,
perros el pueblo les llama
y eso es lo que más me inflama
porque esto es algo imperfecto.

Luego están los congresistas
algunos tan depravados
y por eso comparados
con el perro, fiel amigo,
comparación que, yo digo,
es cosa de equivocados.

Sinverg? malvado, vil,
ruin, granuja, miserable,
traidor, sagaz, despreciable,
pérfido, innoble, villano,
indigno, malo, inhumano,
arrastrado, falso, servil.

Son sinónimos de perro
con lo que no estoy conforme,
ansiando que se reforme
ese poco de acepciones
que siembra en los corazones
un resentimiento enorme.

Yo puedo dar testimonio
del perro y de su nobleza,
y declarar con certeza
de su conducta preciosa,
de su lealtad asombrosa
y de toda su grandeza.

***

A continuación yo narro
lo que Jani , el Panteonero,
amigo honesto y sincero,
me conversó emocionado
de algo que había pasado
en el viejo cementerio

Me contó que en una tarde,
detrás de un largo cortejo,
apareció un can muy viejo,
y que después del entierro
allí se quedó aquel perro,
lo que lo dejó perplejo.

Por más que trató de echarlo,
lo impedía con gruñidos,
y con tristes aullidos
a la tumba se aferraba
y a su amo no abandonaba
por ser su amigo querido.

Cuatro días con sus noches
sin probar ningún bocado,
muy solo y abandonado,
se pasó llorando a su amo;
su aullido era un reclamo
por su amigo sepultado.

Al llegar al quinto día,
hambriento y desconsolado,
se marcho muy apenado,
perdiéndose entre las matas
con el rabo entre las patas
y con el paso cansado.

Yo termino agradeciendo
a los perros que he tenido
y a esos que he conseguido
como amigos en la calle,
reconociendo el detalle
que ellos mucho me han querido.

***

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